martes, 24 de febrero de 2015

El burrito

En la granja de don Alfredo había muchos animales: todos vivían felices; el lugar era muy hermoso, rodeado de árboles y flores, se respiraba aire puro y se podía disfrutar de la naturaleza.
Cada mañana, muy tempranito, doña Sara alimentaba a las  aves y ellas, agradecidas, le regalaban los huevos más grandes de todo el lugar.
Don Alfredo ,a  su vez, cargaba una carreta con todos los vegetales que había cosechado y con la ayuda del burrito Vanchi los llevaba a vender al mercado del pueblo.
Así transcurría la vida en este lugar hermoso, pero sucedió que una noche muy oscura, cuando todos dormían y sólo se debía oír el canto de los grillos, se escuchó un llanto triste y lastimero...
-ijo,ijo,ijo.
-¿Qué pasa? ¿Quién llora? -se preguntaron las estrellas en el cielo, que fueron las primeras en escuchar el llanto.
-Miren -dijo la Luna- es el burrito Vanchi, debe sentirse solo. Comencemos  a brillar para hacerle compañía -y la Luna con todas sus estrellitas iluminaron la noche.
Pero el ijo, ijo, ijo, ijo se siguió escuchando.
Se despertaron las gallinas, los chanchos, los patos y hasta los gansos que duermen tan profundo.
Don Alfredo y doña Sara muy preocupados por el alboroto salieron de su casa para averiguar qué sucedía.
-ijo, ijo, ijo -cada vez más fuerte y triste lloraba el burrito Vanchi.
-¿Qué te pasa burrito querido? -preguntó la señora sara
Y entre rebuzno y rebuzno Vanchi le explicó que esa mañana en el pueblo había escuchado a un señor que le decía a su hija:
_"Si no estudias, te volverás bruto como este burro"
Al escuchar esto, Vancho había sentido una pena profunda,él no sabía que a los burritos los  consideraban brutos y por eso eran menospreciados por todos.
Don Alfredo que había escuchado todo  la explicación, abrazó a su ayudante y secándole las lágrimas con su pañuelo le dijo:
-escucha Vanchi, tú no eres bruto, porque cada ser sobre esta tierra ha sido creado con una misión; los vegetales por ejemplo, no caminan ni piensan, pero unos alimentan y otros embellecen y purifican el aire; así los burritos como tú tienen una gran fuerza y nos ayudan en todo tipo de trabajo pesado. Además ¿no escogió el niño Dios  a un burrito para que lo acompañase cuando nació?
El burrito Vanchi comprendió a su amo, y a partir de ese día no hizo caso a los comentarios de la gente y jalaba su carreta llena de alimentos con mucho orgullo y alegría.


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