lunes, 23 de febrero de 2015

La monedita mágica

Brunito caminaba del colegio a su casa, cuando se encontró una monedita de oro; con el corazón latiéndole muy fuerte de alegría corrió a comprarse dulces y juguete, pero al pasar frente a su casa recordó que su mamá hacia mucho que quería comprarse un vestido nuevo. Entró a su casa y sorprendió a su mamá diciéndole:
-Mamita,aquí tienes esta monedita para que te compres ese vestido nuevo que tanto quienes.
La mamá salió muy contenta a comprarse el vestido, mientras Brunito, al entrar a su cuarto, se encontró con un cerro de dulces y juguetes.
Caminaba la señora rumbo a la tienda, cuando vio a una anciana muy mal vestida, de aspecto triste,con un chal viejo y descolorido; entonces, pensando que la ancianita necesitaba más de la monedita que ella, se la dio diciendo:
-Señora, tenga esta monedita para que se compre un chal nuevo más abrigador.
Cuando la mamá de Brunito regresó a su casa,se encontró muchos vestidos de lindos colores como nunca soñó tener.
Mientras tanto, la ancianita con la monedita en la mano y dispuesta acomprarse un chal nuevo, se encontró con un niño muy pobre,que andaba descalzo, y pensando que ella ya era anciana y estaba acostumbrada al frío, le dio la monedita al niño para que se comprara un par de zapatos.
Apenas el niño había salido corriendo, lleno de contento,  la ancianita se vio cubierta por un hermoso chal de lana de alpaca muy abrigador.
El niño pobre se encontró con un vagabundo, con carade borracho y muy  descuidado que le dijo:
-¿Qué tienes ahí muchacho?
-Una monedita  para comprarme un par de zapatos.
-Pero tú eres joven y fuerte; en cambio yo soy viejo y tengo hambre, dámela porque yo la necesito más que tú.
Y el niño, como  era bueno  y generoso, se la dio.
También él, cuando llegó a su casa, se encontró no con uno, sino con un montón de zapatos que lo hicieron muy feliz.
El vago se encontró con mucha gente necesitada, pero él sólo se alegraba de haber engañado al tonto muchachito.
Se fue así riendo a  comprar una botella de licor, pero, cuando abrió la mano, la monedita había desaparecido y en su lugar había una redondela que decía: "El egoísmo no es un buen sentimiento"



No hay comentarios:

Publicar un comentario